Racismo

por | 5 julio, 2012
Yo soy madre adoptiva de dos niños nacidos en Etiopia y vivo en Cantabria. La verdad que estoy muy contenta con ellos, ya que han llenado mi vida y me aportan la alegría de vivir que los niños transmiten. Cuando los adopte yo era consciente de que ellos iban a ser diferentes a mí, pero no le di mayor importancia, pensando que el racismo no nos iba a afectar  con la intensidad que lo hace.


Al poco de llegar al colegio, en su primero año, me llamaron del centro para comunicarme que mi hijo pegaba a los otros niños, yo siempre he intentado colaborar con el centro y hacer la parte que me corresponde. Acudí al centro para hablar con las cuidadoras del comedor que es donde se estaba dando la situación.  Y confirmaron que esto estaba pasando, pero que también era cierto que  a mis hijos los otros los llamaban negros. Esto me dejo un poco descolocada, y creo que no lo encaje correctamente, me calle y me dedique a trabajar la parte que me corresponde como madre, pero no me puse en contacto con el centro para abordar par la parte del racismo de este tema.

Antes de que terminara este curso, me llamo la profesora de mi hijo pequeño, diciendo que lloraba cuando llegaba la hora del comedor y no quería ir. Hable con mis hijos y me comunicaron que les insultaban, lo cual pude comprobar una tarde a la salida del colegio cuando presencie como un niño les llamaba “Chocolate” en tono despectivo. Esta tarde hable con mis hijos y me contaron todas los insultos y amenazas  racistas que recibían en el comedor por parte de algunos compañeros. Mande una nota escrita al centro y lógicamente obtuve respuesta del centro, les sorprendió mucho este hecho ya que por lo que me contaron en el centro había muchos niños igual que los míos y nunca había pasado  algo así y me consta que alguna medida sancionadora hicieron.

En el siguiente curso no les mande al comedor y este año fue un año un poco más tranquilo, pero si que es verdad que en alguna ocasión me contaban, que les llamaban “Negrata”, “Chocolate” y cosas así. Así que decidí comprar libros infantiles que hablaban sobre el racismo, la xenofobia, la intolerancia y leerlos con ellos y explicarles lo que era para que se supieran defender.

En el tercer curso,  el actual, por problemas laborales, no tuve más remedio que dejarlos en el comedor, y en seguida empezaron de nuevo los insultos racistas. En algunos niños eran más frecuentes que en otros, pero la cosa se estaba generalizando y de forma puntual muchos niños se los dicen. Comunique al centro, mediante notas que entregaban mis hijos, los casos más reincidentes. Después de esto parecía que el acoso disminuía, pero no se erradicaba. En las últimas semanas, se nos acumularon los incidentes, llame a las familias de varios niños directamente, pero esto era una labor tremenda para mis sola. Mi hijo pequeño empezó a decir cosas como, “ser negro en este país es una mala suerte”, “cómprame una crema para volverme blanco” o “yo no soy negro, soy marrón”.

Empecé a ver que esto nos estaba haciendo mucho daño y decidí buscar ayuda. Contacte con una persona de AFAMUNDI, que me asesoro y me dijo que me pusiera en contacto con Adoptia. Contacte con Adoptía para pedir apoyo psicológico para mí y para mis hijos, el cual estoy comenzando a recibir y decidí actuar de forma más contundente con este problema. 




Así que decidí solicitar una entrevista con el director del colegio  y entregar un escrito contando todo lo que había pasado, solicitando que se actúe con más contundencia ante estos hechos, que se hiciera una intervención educativa con el resto de los compañeros para que aprendan lo que es el racismo y no lo toleren y al final les comunique el derecho que puede ejercer de ir a inspección educativa, defensor del menor, justicia o medios de comunicación.

Cuando entregue el escrito en el centro, salió el director y me dijo: Puedes empezar por el final, todo lo que pones aquí es mentira de principio a fin, en este centro hay más niños como los tuyos y esto nunca ha pasado. Y esta contestación me  ha animado más para decirme a divulgar este problema y sensibilizar a la sociedad sobre el mismo.


 http://www.movimientocontralaintolerancia.com/html/campanias.asp

De todo esto concluyo que a esta sociedad no le gusta hablar de RACISMO, y como no se habla no se soluciona el problema. Que en la escuela se dedica más tiempo a enseñar matemáticas, lengua y ciencias que aprender a respetarnos. Que muchos padres no hablan con sus hijos de esto, con lo cual sus hijos no son conscientes del daño que causan estos hechos. Falta información y formación en la comunidad educativa,  sobre como detectar y abordar estos problemas de discriminación racial a los niños y niñas de condición adoptiva y también nos falta apoyo e información a los padres.

Lo que pido desde aquí  es que todos pongamos nuestra parte para solucionar estos problemas. Cuando digo todos me refiero a los padres, la comunidad educativa, los servicios de atención a menores… en fin   Todos.

Quería hacer un llamamiento a todos las familias de Cantabria que se sientan identificados con mi experiencia para que se pongan en contacto con la asociación AFAMUNDI de Cantabria, se puede hacer através de su pagina de Internet o llamando al 942310810, juntos podremos lograr más cosas.

 Y también hago un llamamiento a las autoridades educativas del gobierno de Cantabria para que pongan en marcha programas para intentar solucionar estos problemas y los animo a que se pongan en contacto con AFAMUNDI, y así trabajando todos juntos podamos empezar a trabajar está cruda realidad.

Gracias por darme esta oportunidad de llegar a tanta gente. Y ojala poco a poco nos vayamos concienciando de este problema y aportando soluciones.

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